El quinto cortometraje de Daniel Sousa, que competirá en la sección oficial de cortometrajes de Sundance, mantiene la misma línea que sus trabajos anteriores. La animación, los temas hallados en la mitología y los cuentos de hadas sirven al cineasta para examinar ciertos arquetipos de la naturaleza humana. Sousa no se ha acomodado en narrativas convencionales, sino que se acerca al rodaje desde la perspectiva de un pintor, que enfoca los estados de ánimo y evoca la fragilidad de momentos breves, recuerdos y percepciones.
Si el animador en 'Minotauro' (1998), su primer proyecto, recreaba un peculiar Laberinto de Creta, ahora parte del mito que relata la fundación de Roma para dar vida a un niño salvaje criado y amamantado por una loba. El pequeño será devuelto a la civilización por un cazador solitario que se encuentra en el bosque y, a partir de ese momento, esta especie de 'George de la Jungla' tendrá que adaptarse a un nuevo y extraño entorno. Sousa, en su última obra, emplea diversas técnicas mixtas, donde combina pinturas dibujadas a mano con efectos digitales y flash. Los fondos los resuelve con pinturas acrílicas tradicionales.
Además de volcarse en sus proyectos independientes, Sousa ha trabajado como director y animador de Cartoon Network, Olive Jar Studios, el Global Mechanic y Duck. También es miembro fundador de Handcrankedfilm , un colectivo de cineastas que colaboran y comparten intereses artísticos, junto con Jeff Sias, Bryan Papciak o Jake Mahaffy.
María José López